Huesos de santo

 

Ingredientes: 

 

Mazapan

Dulce de yema

Glaseado

 

 

Preparación:

 

Comenzamos con el mazapán: 

En un cazo ponemos el agua y el azúcar, revolvemos bien y cuando comience a hervir a punto de almibar, lo retiramos del fuego.

En un bol ponemos la almendra y le vamos añadiendo el almibar hasta que nos quede una masa homogénea y fina sin que se pegue mucho a las manos. la dejamos en reposo hasta que enfríe.

Espolvoreamos la superficie que vayamos a utilizar con azúcar glass y extendemos la masa con un rodillo dejando un cuadrado al que le vamos haciendo pequeños surcos, bien con un rodillo específico o con unas varillas de madera finas. Este cuadrado lo vamos dividiento en cuadraditos de 5x5 cm. para que nos queden todos los huesos del mismo tamaño. En un plato echamos azúcar glass y vamos cogiendo con una espátula cada trocito de 5x5 cm. poniéndolo con los surcos hacia abajo en el azúcar glass y con un cualquier utensilio de cocina tipo a un palito de madera redondo y uniforme, lo colocamos sobre el trozo de mazapán y lo giramos para formar un cilindro, si queremos que tenga otra forma también lo podemos hacer a mano. Los vamos colocando de pie sobre una superficie lisa, para que se sequen y no pierdan la forma.

 

Dulce de yema:

Mientras se va secando el cilindro de mazapán, hacemos el dulce de yema.

En un cazo ponemos el agua y el azúcar y lo llevamos de nuevo al punto de almibar. Lo retiramos del fuego.

Batimos las yemas y le vamos incorporando muy suavemente y batiendo constantemente el almibar, teniendo mucho cuidado ya que se puede cuajar el huevo si lo incorporamos  rápido y sin estar batiendo.

Esta mezcla la ponemos al baño maría y seguimos batiendo durante unos 20-25 min. hasta que la mezcla espese, se deja enfriar un poco antes de incorporarla a los huesos.

 

Huesos de santo:

En una manga pastelera introducimos el dulce de yema y vamos rellenando los huesos por los dos lados. Ya se pueden dejar así o también se pueden glasear.

 

Glaseado:

En un bol se pone el azúcar y se le va añadiendo el agua tibia, cuando la mezcla está bien unida, se introducen de uno en uno los huesos de santo ya frios y con el dulce de yema espeso, dentro de este baño con mucho cuidado y se sacan a una bandeja para escurrir el sobrande de glaseado y esperar a que se seque.